Todas las que tenemos más de un hijo, sabemos que la comunicación con cada uno es diferente. Con los más chicos es a diario y constante, con los adolescentes generalmente no es tan fluída y algo complicada y con los más grandes que se independizaron y que tal vez ya formaron su propia familia, es más esporádica pero no por eso menos enriquecedora. De este planteo pasamos también a una cuestión de género. No es lo mismo para la madre la comunicación de los hijos varones con ella, que la comunicación con las hijas mujeres, y viceversa para los padres. Todas pasan por diferentes etapas, por ejemplo, con las adolescentes mujeres, las mamás, pasamos por diferentes etapas de comunicación. Por ejemplo: de mirarnos de costado de los 13 a los 14 como si estuviéramos disfrazadas cuando vamos a salir de casa y nos encontráramos al borde del ridículo, a pasar luego por varios estados de amor y fastidio cerca de los 15, época de la que nos ocuparemos en el ebook que estamos preparando, a la complicidad de amiga cerca de los 17 y cuando se independizan pasamos a ser las reinas, unas ídolas que no se imaginan cómo podíamos hacer tantas cosas a la vez cuando vivían con nosotros y además tener la comida pronta a tiempo. Nos llaman por teléfono a diario, nos piden recetas y consejos, etc. No sabemos si va a durar mucho tiempo, pero amiga, si a usted le está pasando esto, disfrútelo, y si no está pasando por alguna de estas etapas, seguro tendrá la propia, como sea comuníquese, enriquece el vínculo y la relación futura.
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